LA CARTA DE VINOS
La carta de vinos de un restaurante puede ser considerada como un instrumento tanto de comunicación como de venta, resultando muy importante determinar la estructura y contenido óptimo de la misma.
La misma debe estar compuesta para la funcionalidad de la oferta proveniente de la cocina.
Si tenemos un sitio marinero no tendremos una carta con abundantes tintos sino más bien estará reforzada de vinos blancos, cavas, etc., más adecuados a la oferta de la cocina.
“Si el menú medio es de 30 euros no se va a tener vinos de 150 euros.”
“En bares y cafeterías se suelen tener dos o tres blancos, uno o dos rosados, cinco o seis tintos.” Todo va en consonancia a lo que queremos realizar.
CRITERIOS A LA HORA DE ELABORAR UNA CARTA DE VINOS
La carta de los vinos se elabora principalmente a partir de la demanda de los clientes, aunque el conocimiento de los responsables de compras también resulta un factor importante.
En establecimientos de categoría alta o media-alta influye el deseo de ofrecer a los clientes vinos que no resulten fáciles de encontrar en otros establecimientos.
En los establecimientos de categoría media-baja prima el concepto de incluir vino de todas las gamas de calidad.
CONSEJOS PARA CONFECCIONAR UNA CARTA DE VINOS
La ubicación del restaurante: Si se encuentra situado en una región productora de vinos, la selección de vinos de la propia zona debe ser amplia, lo suficiente para satisfacer a los clientes locales o a los foráneos que quieran conocer lo que allí se produce.
La carta se debe confeccionar teniendo en cuenta la oferta gastronómica que caracteriza al local.
Debe reflejar la ambición y las aspiraciones que tenga el restaurante.