En el primer minuto el cliente percibe qué experiencia se le va a ofrecer.
El contacto inicial y la atención que recibe en la recepción es la clave para que el cliente pase de salir a cenar a vivir una experiencia.
La carta de vinos de un restaurante puede ser considerada como un instrumento tanto de comunicación como de venta, resultando muy importante determinar la estructura y contenido óptimo de la misma, especialmente, relevante en los negocios gastronómicos.
La misma debe estar compuesta para la funcionalidad de la oferta proveniente de la cocina o para el disfrute de una copa sin más.
Espumosos (cavas y Champagnes)
Vinos generosos
Vinos blancos jóvenes
Vinos blancos criados y/o fermentados en barrica
Vinos tintos jóvenes, maceración carbónica y robles
Vinos con crianza
Vinos de postre (optativo de poner en la carta de postres)
Nos vemos pronto en un nuevo post. Un brindis por vuestra amistad.